Arzobispo de La Plata aclara desinformación sobre casos de abusos y reitera firme condena

Arzobispo de La Plata aclara desinformación sobre casos de abusos y reitera firme condena
Mons. Héctor Aguer

El Arzobispo de La Plata en Argentina, Mons. Héctor Aguer, aclaró la desinformación referente a dos casos de abusos sexuales que tendrían relación con la arquidiócesis y que fueron divulgados en forma "inexacta" por el medio de comunicación El Día el pasado lunes 5 de diciembre bajo el título "Denuncian que curas abusadores también estuvieron en La Plata".

En su declaración, Mons. Aguer se refirió al P. Héctor Ricardo Giménez que de acuerdo a Julieta Añazco (44), entrevistada por el medio local, habría abusado de ella en la década del '80 cuando asistía a campamentos de comunidades religiosas de Gonnet y City Bell.

"Cuando llegué a La Plata como Arzobispo Coadjutor, el 8 de septiembre de 1998, el Padre Giménez cumplía prisión preventiva mientras se sustanciaba un proceso penal en su contra, por hechos cometidos cuando era párroco de Santa María Magdalena, en la ciudad de Magdalena".

"Fue absuelto por insuficiencia de la prueba y puesto en libertad. Sin embargo, yo inicié un proceso canónico en nuestro Tribunal Eclesiástico Interdiocesano, al cabo del cual se lo halló culpable y se le impuso la pena justa", agregó Mons. Aguer.

"Mientras se sustanciaba el proceso actuó temporalmente como capellán de las religiosas del Hospital San Juan de Dios. Comunicada a la Santa Sede la pena impuesta al Pbro. Giménez y cumplimentadas las instancias canónicas previstas, se procedió a ejecutar la sentencia".

El Prelado precisó que en la actualidad el P. Giménez está recluido en una institución en la que puede ser atendido y no tiene licencias para ejercer el ministerio sacerdotal, salvo para concelebrar la Misa con el capellán del lugar donde reside. Tiene actualmente 83 años.

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Además, precisó que en el archivo del Arzobispado de La Plata "no se encuentran denuncias de abusos perpetrados por él en Gonnet y City Bell en los años 80" información que es mencionada  en el medio El Dia.

Respecto al Instituto Próvolo de niños hipoacúsicos de la Diócesis de Mendoza- caso de abusos sexuales perpetrados por cinco trabajadores, entre ellos los sacerdotes P. Nicolás Corradi y P. Horacio Corbacho- Mons. Aguer dijo que el P. Corradi "no ha prestado servicios en La Plata durante mi gestión. No existen en nuestro archivo denuncias en su contra".

El Padre Horacio Corbacho cumplió funciones en La Plata desde 2007 hasta 2015 entre dos períodos transcurridos en Mendoza, donde recibió su ordenación sacerdotal. A comienzos de este año volvió allá, señala el Arzobispo.

"Tampoco en su caso existen testimonios que lo inculpen en esta sede. Sin embargo, ante las noticias que se han divulgado, estamos colaborando con el Arzobispado de Mendoza y el Tribunal de la Arquidiócesis en las instancias canónicas previstas por la ley eclesiástica para estos casos".

Mons. Aguer pidió a quienes tengan noticia fehaciente de abusos de menores cometidos en el Instituto Próvolo de La Plata, se acerquen a realizar las denuncias pertinentes ante el Vicario Judicial del Arzobispado, P. Dr. Javier Fronza, "a fin de proceder a las instancias canónicas".

Rechazo contundente a los abusos

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El Arzobispo de la Plata dijo que el abuso de niños por parte de sacerdotes es "un delito abominable" y es una "violación de los juramentos pronunciados por los clérigos al elegir libremente la castidad perpetua por el Reino de los Cielos y para el servicio de los hombres".

"Constituye una gravísima injusticia contra aquellos a quienes deberían proteger y educar; contra los niños que han sido víctimas de su perversión, contra sus familias, contra la Iglesia y contra la comunidad civil".

"Muchas de esas víctimas, a consecuencia de semejante contradicción, han perdido la fe; a muchas otras se les ha arruinado la vida. No podemos menos que deplorar, con vergüenza y súplicas de perdón, el mal que se ha inferido a menores inocentes, que luego han debido cargar con aquella situación traumática a la que han sido sometidos".

"La disciplina de la Iglesia incluye un protocolo severísimo para investigar y eventualmente condenar los casos denunciados. A partir de los indicios es posible llegar a las pruebas y al consiguiente ejercicio de la justicia según el Derecho Canónico. Pero es preciso proceder con objetividad, y no dejarse llevar por un clima de sospecha generalizada, de desconfianza e intranquilidad".

El Prelado manifestó su "colaboración a las instituciones que agrupan a los Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico" y destacó "que algunos sectores aprovechan esas tristes circunstancias para fines subalternos y para denigrar a la institución eclesial".

"Es sabido que la inmensa mayoría de los casos de abuso sucede dentro de la propia familia de las víctimas. Es probable que esta monstruosidad haya existido siempre, pero no me parece exagerado pensar que la multiplicación actual del fenómeno está vinculada a la viralización de la pornografía y de la pedofilia, la banalización de la sexualidad, el desprecio de una educación en la continencia y a otros males propios de la cultura vigente".

Lea la declaración de Mons. Héctor Aguer AQUÍ

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