Un sacerdote católico es una de las dos personas en Kenia que fueron acusadas de "propagar negligentemente una enfermedad infecciosa" como el coronavirus, luego de que las autoridades alegaran que no cumplió con las regulaciones de cuarentena al regresar de Italia.
El P. Richard Onyango Oduor negó las acusaciones el jueves 16 de abril y quedó en libertad después de pagar una fianza. El presbítero deberá regresar a la corte el 2 de mayo, luego de pasar otros 14 días en cuarentena.
Según los medios de comunicación de Kenia, el P. Oduor vive en Roma y voló al país para presidir el funeral de un pariente. Durante el entierro distribuyó la Eucaristía e interactuó con varias personas. Según los informes de los medios locales, hasta 60 personas que entraron en contacto con el P. Oduor se reportaron en el hospital, pero no está claro cuántos de ellos fueron diagnosticados con COVID-19.