En medio de la campaña del lobby LGTB para que se apruebe una ley que permita la adopción gay en Chile, una jueza de familia concedió el cuidado de una niña de cinco años a la mujer que fue pareja de su madre biológica.
Aunque la decisión de la jueza no se estableció en base a la homosexualidad de la nueva tutora de la pequeña, el lobby gay ha presentado el caso en los medios como si fuera un precedente para su agenda ideológica.
La jueza Roxanna Aracena estableció que la niña de iniciales M. J. debe permanecer al cuidado de su "madre de crianza", Jacqueline Díaz, ya que la madre biológica, Carolina Soberzo Noguera, abandonó el hogar al poco tiempo de nacer su hija. El padre, de nombre Alejandro, siempre estuvo ausente de la vida de la familia.