Además, los sacerdotes no podrían usar la defensa de las comunicaciones privilegiadas en el secreto de confesión para evitar dar evidencia contra un tercero en procesos civiles o penales. Victoria, Tasmania, Australia del Sur y el Territorio de la Capital Australiana ya han adoptado leyes obligando a los sacerdotes a violar el secreto de confesión; algo que no ha sucedido en Nueva Gales del Sur, Queensland y Australia Occidental.
Considerando otras recomendaciones de la Royal Commission, la Santa Sede estuvo de acuerdo en que "al tema de la seguridad de los niños se le dé la debida consideración en el proceso" de nombrar obispos, y destacó que se ha hecho algunas sugerencias en los años recientes, particularmente a través del motu proprio Vos estis lux mundi (Vosotros sois la luz del mundo), que el Papa Francisco publicó en 2019.
Entre las recomendaciones está el rechazo en retrospectiva del estatuto de limitaciones sobre el proceso canónico de los delitos de abuso sexual. La Santa Sede remarcó que el estatuto de limitaciones se incrementó y que la Congregación para la Doctrina de la Fe puede derogarlo dependiendo del caso.
El Vaticano observó que "el abuso sexual de menores es un crimen en la ley civil y canónica. La responsabilidad civil y penal de los individuos que perpetran ese crimen es un tema para las leyes del estado donde este se comete. Centrados en el aspecto eclesial del delito, el derecho canónico busca castigar al perpetrador por el grave daño que ha causado y proteger al fiel ante un daño mayor. Al mismo tiempo, no puede ser indiferente a la conversión del pecador, ya que tiene el objetivo fundamental de la salvación de las almas".