10 razones por las cuales el Cardenal Henry Newman es un santo para nuestro tiempo

10 razones por las cuales el Cardenal Henry Newman es un santo para nuestro tiempo
Cardenal John Henry Newman / Crédito: Portada del libro "Passion for the Truth" del P. Juan Vélez

Si bien el Cardenal John Henry Newman es conocido en Inglaterra y varios países de Europa, en otras partes del mundo, como Latinoamérica, aún no cuenta con gran número de devotos. Por ello, el siguiente artículo presenta 10 razones por las que el futuro santo debe ser venerado por todos los católicos de nuestro tiempo.

En una columna de opinión en el National Catholic Register, el P. Roger J. Landry, sacerdote de la Diócesis de Fall River (Estados Unidos), explica las razones.

1. Porque era un valiente defensor de la fe católica

El P. Landry explica que el Cardenal Newman "era un hombre extraordinariamente valiente que estaba dispuesto a sufrir por la verdad y pagar el precio por convertirse en católico, algo que condujo a la pérdida de puestos prestigiosos y la alienación de varios amigos y familiares".

Además, dijo que durante la mayor parte de su vida adulta, el futuro santo "tuvo que perseverar a través de batallas políticas realmente desagradables en la academia, en las iglesias anglicanas y católicas, así como en la sociedad británica". 

El Cardenal Newman "nos ayuda no solo a comprender el costo del discipulado, sino que también nos muestra cómo pagarlo con confianza, a pesar de los sufrimientos humanos", acotó.

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2. Porque fue gran defensor de la libertad de conciencia 

El sacerdote sostiene que el Cardenal Newman "es uno de los mejores maestros y defensores de la conciencia en la historia de la Iglesia".

"En una época en la que hay tantas violaciones de la conciencia en el lugar de trabajo y por parte de los gobiernos, y cuando a muchos se les ha hecho creer que este órgano interno de sensibilidad a la voz de Dios no es más que una cámara de eco de sentimientos imperativos, aspiraciones u opiniones, el Beato Newman recalibra esta brújula interior", agregó.

3. Porque fue amigo verdadero para las personas que lo rodeaban

"Tenía una tremenda capacidad de amistad y era un amigo fiel de docenas, tanto hombres como mujeres. Hizo tiempo para amigos: los acogió, viajó con ellos, los consoló después de la muerte de sus seres queridos. Antes de los teléfonos, correos electrónicos y mensajes instantáneos, era un prodigioso y rápido escritor de cartas cuyos amigos atesoraban", dijo el sacerdote.

El P. Vélez piensa que si el Cardenal Newman alguna vez es declarado Doctor de la Iglesia, sería apropiado que reciba el título de Doctor amicitiae, "el maestro de la amistad".

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4. Porque fue gran educador y transmisor de sabiduría

El presbítero comenta que el Cardenal Newman "es un maestro magnífico que lleva a los estudiantes a la sabiduría" y que "hay una razón por la cual la mayoría de las capellanías católicas en las universidades seculares se llaman centros Newman". 

"En su libro Idea of a University se trazó una filosofía educativa que es un correctivo útil para los enfoques educativos de hoy. Además de ser un famoso tutor en Oxford y fundador de la Universidad Católica de Irlanda, también fue maestro de maestros, comunicando a través de su propia beca", agregó.

5. Porque fue un gran tutor para la oración

"Él es un profundo tutor de oración. El lema que eligió cuando el Papa León XIII lo convirtió en Cardenal fue cor ad cor loquitur, 'corazón habla al corazón', lo que expresa el diálogo íntimo que debe suceder en la oración", dijo el P. Vélez. 

El Cardenal Newman nos permite entrar en su propia oración a través de las oraciones elocuentes que nos dejó, añadió.

6. Porque cumplía con su vocación y a la vez era buen académico

"Era un pastor devoto. Tanto como sacerdote anglicano, y más tarde como católico, priorizó a los enfermos y a los pobres, solícitamente haciendo visitas a domicilio, consolando a los afligidos, visitando a los encarcelados. Sus deberes sacerdotales no eran una distracción para su trabajo académico, sino el corazón de su vida y su principal identificación. Era el tipo de sacerdote atento que todo católico fiel desea y merece", comentó el P. Vélez.

7. Porque promovió la santidad de los laicos

El sacerdote norteamericano destaca que el Cardenal Newman fue un "ardiente promotor de la vocación a la santidad de los laicos".

"Desafió a los laicos de su tiempo, precisamente porque sabía los dones que Dios les había dado, para convertirse en aquellos que 'conocen su religión, que entran en ella, que saben exactamente dónde están parados, que saben lo que tienen y lo que hacen, que conocen su credo tan bien que pueden dar cuenta de él, que saben tanto de la historia que pueden defenderlo'", dijo.

8. Porque es un ejemplo de la predicación

"Fue un predicador superlativo que, a pesar de todos sus otros deberes y brillantez, nunca eludió la preparación de sus sermones y homilías. Debido a que estaba ardiendo de amor por las Escrituras y la fe, pudo encender a otros. Nunca esquivó temas controvertidos, pero también enfatizó cómo la fe era un regalo antes de ser una tarea. Sus sermones escritos continúan inspirando e inflamando a los predicadores y fieles de hoy", comenta el P. Vélez.

9. Porque fue un modelo de ecumenismo

El sacerdote indica que el cardenal esperaba, a través "del Movimiento Oxford que catalizó, poder ayudar a lograr la unidad de la Iglesia".

10. Porque es un excelente intercesor

"Ha demostrado ser un excelente intercesor, especialmente para los estadounidenses. El milagro de su beatificación le sucedió al diácono Jack Sullivan de Marshfield, Massachusetts, quien fue sanado de un trastorno de la médula espinal en 2001".

"El milagro de su canonización ocurrió en Chicago, cuando Melissa Villalobos, embarazada de su quinto hijo pero con un coágulo de sangre en tanto la membrana fetal como un agujero en la placenta sangraban profusamente y corrían el riesgo no solo de perder a su hijo sino de morir. Después de rezarle al Beato Newman, la hemorragia se detuvo de inmediato, la habitación se llenó con el olor a rosas, y los médicos descubrieron que el hematoma subcoriónico y el orificio placentario habían desaparecido inexplicablemente", relató.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.

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