El Instrumentum laboris confirma que "el celibato es un don para la Iglesia". Sin embargo, también recomienda, entre otras cosas, la posibilidad de ordenar sacerdotes a ancianos casados, llamados "viri probati" en áreas remotas.
En el punto 129 explica que en las zonas más remotas de la región se interrogan sobre "la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana".
La ley canónica para la Iglesia Católica latina prohíbe la ordenación de hombres casados al sacerdocio, con excepciones limitadas con respecto a la ordenación de líderes eclesiales anglicanos y protestantes que se han convertido al catolicismo.
Asimismo, a pesar de las voces a favor de lo que propone el punto 129, el Papa Francisco aseguró en una entrevista con el diario italiano La Stampa que la posibilidad de ordenar sacerdotes casados no es un tema importante del Sínodo. "Absolutamente no: simplemente es un número del Instrumentum laboris. Lo importante serán los ministros de la evangelización y los diferentes modos de evangelizar", afirmó.