VATICANO,
Al recibir esta mañana a un grupo de prelados de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas en visita "ad limina", el Papa Benedicto XVI resaltó la urgencia de la guía y ayuda constante que deben recibir los sacerdotes para desarrollar su ministerio adecuadamente.
En su discurso en inglés, el Santo Padre dijo sobre los desafíos pastorales de Filipinas que uno de los más importantes es la formación catequística permanente y afirmó que "la profunda piedad personal de vuestro pueblo tiene que ser alimentada y sostenida por una mayor comprensión y aprecio de las enseñanzas de la Iglesia en materia de fe y de moral".
"De hecho, estos elementos son necesarios para que el corazón humano pueda dar una respuesta plena y adecuada a Dios".
El Santo Padre pidió a los obispos que en la catequesis incluyeran la atención a las familias de las diócesis, "especialmente a los padres en su papel de primeros educadores de sus hijos en la fe".
Luego de recordar que en sus tareas "siempre están asistidos, sobre todo y en primer lugar, por su clero", el Papa resaltó el deber de los obispos de "conocer bien a los sacerdotes y de guiarles con sincera solicitud, mientras éstos deben estar siempre dispuestos a cumplir con humildad y fidelidad las tareas que se les encomiendan".
"Muchas de vuestras diócesis han puesto en marcha programas de formación permanente para los sacerdotes jóvenes". En este sentido señaló que "los sacerdotes mayores que han demostrado ser fieles servidores del Señor pueden guiar a sus hermanos más jóvenes en el camino hacia una vida sacerdotal madura y equilibrada".