SEÚL,
Unas 10 mil personas, ubicadas dentro y fuera de la Catedral de Myeongdong en Seúl, dieron el último adiós al Cardenal Stephen Kim Sou-hwan, primer Purpurado en la historia de este país, abanderado de los derechos humanos, y conocido también por haber sido llamado a servir como Arzobispo de Seúl a la edad de 46 años y luego haber sido creado Cardenal a los 47.
Según informa la agencia Ucanews.com, la multitud que llegó a despedir al Cardenal, pese al frío reinante el pasado viernes 20 de febrero, pudo seguir la Eucaristía a través de pantallas gigantes porque no había lugar suficiente para todos dentro de la Iglesia. Asimismo, la Misa fue transmitida en todas las estaciones de televisión del país.
Desde la muerte del Cardenal Kim, precisa la agencia, más de 400 mil personas llegaron hasta su féretro para despedirlo.
31 obispos, incluyendo al Nuncio Apostólico en Corea, Mons. Osvaldo Padilla, junto a dos obispos japoneses y alrededor de 500 sacerdotes concelebraron la Misa con el actual Arzobispo de Seúl, Cardenal Nicholas Cheong Jin-Suk.
En su homilía el Purpurado recordó del Cardenal Kim su amor por los pobres y la prioridad que le daba a su cuidado. Esta virtud, así como su fe católica, hicieron posible que le hiciera frente a las dictaduras militares, precisa Ucanews.
Luego del sencillo funeral, el cuerpo del Cardenal Kim vestido con un alba blanca y con un rosario entre las manos, fue sepultado en un cementerio católico en Yongin, a 40 kilómetros al sudeste de Seúl.
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