ROMA,
La situación de los católicos chinos estuvo en el corazón del Santo Triduo Pascual este año en el Vaticano, con la participación, además, de algunos de ellos y de algunos motivos del país asiático en distintos momentos de estos santos días.
Asimismo, las meditaciones del Via Crucis del Viernes Santo fueron escritas por el Cardenal chino Joseph Zen Ze-Kiun, Obispo def Hong Kong, quien evocó el sufrimiento y sacrificio de los mártires de nuestros tiempos quienes son perseguidos por la fe. Además, el folleto que el Vaticano publicó para acompañar este evento está ilustrado por arte chino, para cada una de las 14 estaciones.
Distintos ciudadanos chinos debían, también, entregar al Papa la cruz en la estación 12; pero debido a la fuerte lluvia, la cruz fue llevada por el Cardenal Cardinal Camillo Ruini, Vicario del Santo Padre para la ciudad de Roma.
En su meditación en la primera estación, el Cardenal Zen Ze-Kiun citó al Pontífice en su carta a los católicos chinos y recordó que en muchas partes del mundo la Iglesia "está en los oscuros tiempos de la persecución".
En la quinta estación, el Purpurado oró para que Dios despierte las conciencias de muchos que detentan el poder para que "reconozcan la inocencia de los seguidores (de Cristo)" y les "dé valor para respetar su libertad religiosa".
Finalmente, en la Vigilia Pascual del Sábado Santo, uno de los siete adultos bautizado por el Papa era un ciudadano chino.
Según la agencia con sede en Roma I.Media, un grupo de autoridades chinas viajó a esta capital el Martes Santo. De acuerdo a la información, la cita estaba pactada bastante tiempo antes de que ocurriera la violenta represión en el Tibet.
La Santa Sede y China no mantienen relaciones diplomáticas desde hace más de 50 años.
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