BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Corrientes, Mons. Salvador Castagna, cuestionó a los católicos que “defienden el aborto, destruyen el matrimonio con pérfidos sustitutos, relativizan la moral sexual y ensanchan los márgenes injustos de la pobreza”.
En su habitual alocución radial dominical, el Prelado explicó que “la sociedad cristiana y mariana experimenta la debilidad de la fe, que entiende profesar, cuando debe acomodar el comportamiento cotidiano al contenido de su credo”.
“El mal obrar indica un corazón malo, necesitado de redención. Jesús advierte que los hombres no entienden una motivación que no sea la conveniencia y el bien parecer”, dijo.
Para el Arzobispo, “el hombre tiene capacidad de hacer planes, pero no procede de él esa capacidad, sino que se la da su creador al otorgarle el don admirable de la vida”, por ello es que considera que “le corresponde el consentimiento, verdadero ejercicio de la libertad. Sin conocer a Dios, sin haber establecido una relación personal con Él, la actividad libre será un desvarío irrefrenable y catastrófico”.
La mencionada situación, se comprueba a diario “en cada acontecimiento y en cada decisión de comandar –al arbitrio de cualquiera– el difícil timón de la historia”. Para Mons. Castagna, “se malogran las mejores posibilidades por no apuntar con acierto a acuerdos sabios y austeros” se sabe que todos intentan peregrinar “hacia la verdad” y que hay que hacerlo juntos.
“Buscar el bien común es buscar el bien de todos, pero para ello es preciso establecer, en una generosa aproximación, de cual bien se habla”, sostuvo el Prelado correntino. “Con un lenguaje o con otro se impone identificarlo y otorgarle un consentimiento que supere particularismos y se ajuste a la coherencia del pensamiento compartido cordialmente”, dijo.
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