VATICANO,
Miles de fieles y peregrinos provenientes de todo el mundo se reunieron esta mañana en la Plaza de San Pedro para participar en la Audiencia General con el Papa Benedicto XVI, quien explicando el significado del Triduo Pascual recordó que Cristo vence con su amor al pecado y la muerte.
“Aquello que conmemoraremos en los próximos días es la lucha suprema entra la Luz y las Tinieblas, entre la Vida y la Muerte” afirmó el Pontífice al referirse al Triduo Pascual.
De este modo invitó a los presentes a situarse “en este contexto, concientes de nuestra ‘noche’, de nuestras culpas y de nuestras responsabilidades, si queremos revivir con provecho espiritual el Misterio pascual”.
Tras referirse brevemente a la Misa Crismal que definió como “preludio del Triduo Santo”, el Pontífice se refirió a la Misa de la Cena del Señor y recordó que “en el lavado de los pies, se repite el gesto con el cual Él, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo y dejó a los discípulos como distintivo este acto de humildad, el amor hasta le muerte”.
“Después de la Misa la liturgia nos invita a velar en adoración al Santísimo Sacramento. Vemos como los discípulos duermen, dejando solo al Señor. Esta noche sagrada no queremos dejar solo al Señor; así podemos comprender mejor el misterio del Jueves Santo que enmarca el triple don del Sacerdocio ministerial, de la Eucaristía y el Mandamiento nuevo del amor”, dijo el Papa.
Sobre el Viernes Santo, “que conmemora los eventos que van desde la condena a muerte hasta la crucifixión de Cristo”, el Pontífice recordó que se trata de un día de “penitencia, de ayuno y de oración, de participación en la Pasión del Señor”.