SAN JOSÉ,
El Secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Mons. Giampaolo Crepaldi, recordó el derecho de los países necesitados a su pleno desarrollo e indicó que para ello se requiere un "combate a la pobreza y las desigualdades".
"Un humanismo integral y solidario requiere la promoción del derecho al desarrollo. Son sobre todo los países más pobres y necesitados que esperan la plena realización de este derecho", afirmó el Prelado en el marco de la Segunda Semana Social de Costa Rica. Añadió que demasiadas personas "viven una vida sin esperanza" a causa de la extrema pobreza que experimentan.
El Arzobispo indicó que el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia enseña que el mercado debe ser regulado "porque no es justo que todos los bienes pasen por él". Afirmó que "la persona humana no puede ser objeto de mercado".
En ese sentido, explicó que en la regulación del mercado participan diversos sujetos. Entre ellos, indicó, "sus mismas reglas: transparencia, conocimiento, confianza, competencia leal, democracia económica". Así como la ética en los agentes económicos y empresarios, y la cultura de un pueblo.
"El mercado vive siempre dentro de una cultura, el mercado en estado puro, como un mero hecho técnico, no existe: los vínculos sociales de solidaridad, los modelos de comportamiento son de vital importancia para dar un alma al mercado", afirmó.
Mons. Crepaldi destacó que en esta regulación también tiene importancia "el conflicto legítimo de las partes sociales", traducido en las negociaciones entre empresarios y sindicatos. "Un sano conflicto social no ha sido nunca condenado por la Iglesia que, más bien, lo ve como un factor de progreso con tal que jamás sea un conflicto violento e ideológico", explicó.