VATICANO,
En un documento dado a conocer hoy por el Pontificio Consejo para la Familia titulado “Familia y procreación humana”, este dicasterio presidido por el Cardenal Alfonso López Trujillo señala que sólo la familia, compuesta por un hombre y una mujer unida en matrimonio, es el único contexto natural para la procreación humana.
Según una nota explicativa dada a conocer por el P. Abelardo Lobato, O.P., consultor del Dicasterio, el nuevo documento “está destinado a ser objeto de estudio tanto en su doctrina como en su aplicación pastoral” y se abre con una introducción al tema de la relación entre la familia y la procreación.
A ésta siguen cuatro capítulos en los que se aborda, según el P. Lobato: “Qué implica la procreación, por qué la familia es el único lugar apropiado para ella, qué se entiende por procreación integral en la familia, qué aspectos sociales, jurídicos, políticos, económicos y culturales lleva consigo el servicio a la familia”.
En la introducción se evocan las palabras de Juan Pablo II en Puebla (1979), cuando afirmó que “la Iglesia posee la verdad sobre el hombre y al mismo tiempo busca la verdad toda entera. El hombre no es sólo el ‘animal racional’, es también un ser familiar. La familia es connatural al hombre y ha sido instituida por Dios. Pero hoy el hombre se ha vuelto un gran enigma para sí mismo y vive la crisis más aguda de toda la historia en su dimensión familiar: la familia es objeto de ataques como nunca en el pasado; los nuevos modelos de familia la destruyen; las técnicas de procreación arrojan por la ventana el amor humano; las políticas del control de natalidad conducen al actual ‘invierno demográfico’”.
"La procreación –sigue el documento– es el medio de trasmisión de la vida por la unión amorosa del varón y la mujer y debe ser en verdad humana”.
Es decir, explica el texto del P. Lobato, la procreación debe ser “fruto de los actos del hombre” y “además fruto del acto humano, libre, racional, responsable de la trasmisión de la vida”.