BUENOS AIRES,
Para el Administrador Apostólico de Resistencia, Mons. Carmelo Giaquinta, “es difícil decir que seamos una ciudadanía culturalmente cristiana” porque a pesar de las masivas expresiones de devoción, el país vive sumido en “conflictos irresolubles” por la no práctica de la fe en la vida diaria.
El Prelado indicó que Argentina puede ser calificada de culturalmente cristiana si “lo juzgamos por las peregrinaciones masivas a Luján, Itatí o Santa Rita de Puerto Tirol”, sin embargo, no se puede pensar lo mismo cuando para “defender nuestros derechos fundamentales” se utilizan medios de protesta que dañan a terceros.
“No es mi misión juzgar cada acto de protesta en particular”, aclaró. Sin embargo, explicó que el fiel debe ser creativo y “encontrar medios de protesta más conformes con la fe cristiana, que no dañen a terceros”.
Para ello, el Prelado puso como ejemplo la actitud de “la gente del Teatro Colón”, que protesta “ejecutando artísticamente las mejores composiciones musicales”.
Asimismo, calificó duramente de “sensación de paganismo” la actitud pasiva de aquellos que miran cómo se “deteriora la moral pública”.
“Si la televisión es una cloaca a cualquier hora –dijo– es porque la mayoría católica” se acobarda “apenas le dicen que la TV pasa lo que la gente quiere ver”. Señaló que “nadie es capaz de tomar el teléfono y reclamar al director del canal. No lo hacen ni siquiera las señoras piadosas, que se escandalizan cuando en esta cultura erotizada se viola impunemente a sus hijas o nietas”.
Mons. Giaquinta advirtió que lo que “pasa en la dimensión micro, pasa también en la dimensión macro de la sociedad”.
Asimismo, dijo que una Argentina nueva necesita reformas en lo político, educativo, judicial y otros más; pero en especial “hace falta una profunda reforma moral en lo que toca a los comportamientos sociales de todos los ciudadanos y grupos sociales”, porque sin ella, indicó, todo lo demás será inútil.
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