El Arzobispo de Košice, Eslovaquia, Mons. Bernard Bober, encontró un regalo especial bajo el árbol de Navidad. Se trataba de una nueva “cátedra”: un banco de madera elaborado por personas sin hogar en un taller solidario. Los bancos también están asociados con quienes viven en los márgenes de la sociedad.
El tradicional encuentro navideño comenzó con una Misa en uno de los edificios de la Caridad Arquidiocesana de Košice, la segunda ciudad más grande de Eslovaquia. Tras la Eucaristía, el prelado —quien además es presidente de la Conferencia Episcopal Eslovaca— compartió con los necesitados un goulash y otros platos típicos de la temporada.
“La Navidad no trata solo del belén”, afirmó Bober, “sino principalmente de las personas: del encuentro, de la acogida y de la cercanía mutua”.
“Son precisamente las personas que tienen un destino difícil… las que necesitan sentir en este tiempo que no están solas, que son aceptadas y que tienen un lugar entre nosotros”, añadió.
Según un comunicado de la Caridad Arquidiocesana enviado a CNA —agencia en inglés de EWTN News—, este tipo de encuentros tiene una fuerte dimensión humana y ayuda a aliviar tensiones, generar confianza y comenzar el nuevo año con esperanza.