La Provincia Ibérica de los Carmelitas Descalzos se prepara para vivir el año jubilar de San Juan de la Cruz, con motivo de los 300 años de su canonización y 100 de su proclamación como Doctor de la Iglesia.
El año jubilar sanjuanista fue aprobado por la Penitenciaría Apostólica a petición de la Orden de Carmelitas Descalzos y los obispados de Ávila, Jaén y Segovia, especialmente vinculados a la vida y obra del místico reformador de la orden carmelitana junto a Santa Teresa de Jesús.
El superior de la Provincia Ibérica de los Carmelitas Descalzos, Fray Francisco Sánchez Oreja, expresó en un mensaje con motivo de este jubileo que “los centenarios sirven para comprobar que San Juan de la Cruz, al que festejamos, sigue vivo, tiene una palabra que seguir diciendo” al mundo de hoy.
“El mensaje que él nos ha dejado es el de la búsqueda de lo divino, llamando a engolfarnos en Dios en una vivencia de vida teologal. El mensaje de un testigo eminente de Dios vivo que habla de él y de sus cosas. Un mensaje para forjar y formar creyentes en fe adulta, en una mayor intimidad con Dios”, añadió el religioso.
Para el superior de los descalzos en España, este jubileo “debe ser un tiempo para profundizar en el conocimiento y estudio de San Juan de la Cruz”, quien es “imagen viva del auténtico carmelita” no sólo por su doctrina o por ser el fundador de los descalzos, sino “porque con su existencia concreta, con los hechos de su vida, ha manifestado la vocación del Carmelo y nos muestra la imagen del religioso carmelita”.
Así, Fray Francisco Sánchez define al santo patrón de los poetas españoles como un hombre discreto, mortificado, virtuoso, que “no buscó actuar por recompensa, sino como acto de agradecimiento a Dios”.