La Santa Sede cerró el ejercicio 2024 con un superávit de 1,6 millones de euros, según el Balance Consolidado 2024 publicado este miércoles por la Secretaría de Economía. Se trata de un resultado que representa un cambio sustancial respecto al déficit de 51,2 millones registrado en 2023, según informó el Vaticano.
El último informe público de la Santa Sede correspondía a 2020 — fue publicado en 2021– y arrojaba un déficit de 66,3 millones de euros.
El informe actual señala que la mejora financiera se basa en la reducción del déficit operativo, que descendió casi un 50%, de 83 millones a 44 millones de euros, impulsada por un incremento de 79 millones de euros en ingresos, derivados principalmente de donaciones y gestión hospitalaria, y por un estricto control de gastos que compensó parcialmente la inflación y el aumento de los costos de personal.
El documento destaca también el desempeño de la gestión financiera con resultados activos de 46 millones de euros, superiores a los del año anterior gracias a plusvalías obtenidas por la venta de inversiones históricas y al inicio de operaciones del Comité de Inversiones.
Superávit excluyendo hospitales
Excluyendo los entes hospitalarios, la Santa Sede registró un superávit de 18,7 millones de euros, aunque la Secretaría advierte que este dato refleja efectos contables extraordinarios y un aumento puntual de donaciones, por lo que su consolidación dependerá de ejercicios futuros.