La Solemnidad de Cristo Rey fue instituida por el Papa Pío XI en 1925 tras su encíclica Quas Primas. Hoy se celebra el último domingo antes del Adviento.
Quas Primas fue la profunda respuesta del Papa Pío XI al auge del secularismo y el nacionalismo a inicios del siglo XX.
En su introducción, el Papa Pío escribió:
“En la primera encíclica, que al comenzar nuestro Pontificado enviamos a todos los obispos del orbe católico, analizábamos las causas supremas de las calamidades que veíamos abrumar y afligir al género humano. Y en ella proclamamos claramente no sólo que este cúmulo de males había invadido la tierra, porque la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo y de su ley santísima, así en su vida y costumbres como en la familia y en la gobernación del Estado, sino también que nunca resplandecería una esperanza cierta de paz verdadera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de nuestro Salvador”.
Redactada después de la Primera Guerra Mundial y de las tumultuosas revoluciones entre 1917 y 1923 —que provocaron la caída de los Hohenzollern, Romanov, Habsburgo y otomanos—, la encíclica subraya la soberanía perpetua de un rey “cuyo reino no tendrá fin”.
El historiador irlandés P. Fergus O’Donoghue, SJ, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que “Pío XI estaba pensando en las ideologías emergentes de poder y liderazgo fuerte”.