A un año de que el P. Marcelo Pérez, fuera asesinado en Chiapas (México), la Iglesia Católica denunció la falta de avances en la identificación de los autores intelectuales del crimen y advirtió que, mientras persista la impunidad, “no es justicia, es simulación”.
Al Padre Marcelo le dispararon a quemarropa tras celebrar una Misa en San Cristóbal de las Casas, el 20 de octubre de 2024. Tres días después, la Fiscalía General del Estado anunció el arresto del autor material del atentado quien fue condenado a 20 años de prisión.
El caso se resolvió mediante un proceso abreviado, figura legal que permite acelerar la sentencia cuando el acusado reconoce su responsabilidad en el delito, evitando así un juicio largo. Sin embargo, este procedimiento no obliga a realizar investigaciones más amplias sobre las causas. Hasta la fecha, no se ha hecho pública la razón del asesinato ni se ha esclarecido quiénes pudieron haberlo ordenado.
A través del Diálogo Nacional por la Paz, organización que agrupa a las acciones de paz de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús (Jesuitas) y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM), la Iglesia Católica denunció que no se ha llegado al fondo del caso.
Según el comunicado, el proceso abreviado que “llevó a la condena del autor material del crimen, no ha respondido a las preguntas fundamentales que el pueblo de Chiapas y de México siguen haciéndose: ¿Quién ordenó el asesinato del padre Marcelo? ¿Quién lo planeó, quién lo permitió, quién lo encubrió?”.