En la exhortación apostólica Dilexi te (Te he amado), León XIV denuncia la “ceguera y crueldad” de quienes afirman que los pobres son responsables de su propia situación y critica las concepciones que apelan a una “falsa visión de la meritocracia” tras dejar claro que para la mayoría de ellos no es “una elección”.
"Los pobres no están por casualidad o por un ciego y amargo destino. Menos aún la pobreza, para la mayor parte de ellos, es una elección. Y, sin embargo, todavía hay algunos que se atreven a afirmarlo, mostrando ceguera y crueldad", asegura el Papa.
Si bien reconoce que puede haber quienes “no quieren trabajar”, subraya que son muchos más “los hombres y mujeres que trabajan de la mañana a la noche, tal vez recogiendo cartones o realizando otras tareas similares, aun sabiendo que ese esfuerzo servirá solo para sobrevivir y nunca para mejorar verdaderamente su vida”.
León XIV dedica amplios pasajes de Dilexi te a recordar que el servicio a los pobres no es una moda reciente, sino una constante en la historia de la Iglesia.
“Desde los primeros siglos —escribe—, el cuidado de los pobres formó parte de la gran Tradición eclesial como un faro de luz que, desde el Evangelio, ha iluminado los corazones y los pasos de los cristianos de todos los tiempos”.
El Papa cita ejemplos de santos y comunidades que transformaron la atención a los marginados en una forma de evangelización y asegura que los Padres de la Iglesia reconocían en los pobres un camino privilegiado de acceso a Dios, una vía especial para encontrarlo.