El Papa pidió a los consagrados ser “instrumentos de paz” en el mundo y descubrir “nuevas vías de evangelización y promoción humana”.
Tras la catequesis de la Audiencia General, León XIV dirigió un saludo especial a los consagrados de todo el mundo que participan este miércoles y mañana jueves en el Jubileo de la Vida Consagrada en Roma, una de las grandes citas del Año Santo 2025.
El encuentro reúne a peregrinos procedentes de un centenar de países, entre ellos religiosos y religiosas, monjes y monjas contemplativas, miembros de institutos seculares, consagradas del Ordo Virginum, eremitas y representantes de las nuevas formas de vida consagrada.
“No se cansen de testimoniar la esperanza en las múltiples fronteras del mundo moderno, sabiendo identificar con audacia misionera nuevas vías de evangelización y promoción humana”, afirmó el Santo Padre en los saludos en lengua italiana que pronunció tras la catequesis.
El Papa les pidió identificar caminos nuevos para llevar el Evangelio y servir al prójimo. Asimismo, les agradeció su valioso servicio al Evangelio y a la Iglesia, y los exhortó a ser “signos elocuentes del amor de Dios e instrumentos de paz en todos los ambientes”.
Además, extendió un afectuoso saludo a los fieles de las diócesis de Bolonia, Bérgamo, Casale Monferrato y Cagliari, acompañados por el arzobispo Mons. Giuseppe Batturi, así como a las comunidades parroquiales de Casal Bordino, Rotondi y Lari, a los militares del comando logístico de Roma y a los alumnos del liceo Cortese de Madaloni.