Tras el rezo del Ángelus de este domingo, el Papa León XIV volvió a alzar su voz en defensa de la paz en Ucrania y se refirió con dolor al naufragio ocurrido frente a las costas de Mauritania, donde al menos de 70 migrantes murieron y alrededor de 100 permanecen desaparecidos.
El Santo Padre indicó que, “lamentablemente, la guerra en Ucrania sigue sembrando muerte y destrucción”. Recordó que “también en estos días, los bombardeos han alcanzado varias ciudades, incluida la capital, Kiev, causando numerosas víctimas”.
Ante esta situación, aseguró: “Renuevo mi cercanía al pueblo ucraniano y a todas las familias afectadas. Invito a todos a no ceder a la indiferencia, sino a acercarse con la oración y con gestos concretos de caridad”.
“Reitero con fuerza mi urgente llamamiento a un alto el fuego inmediato y a un compromiso serio con el diálogo. Es hora de que los responsables renuncien a la lógica de las armas y emprendan el camino de la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional”, agregó.
El Papa subrayó que “la voz de las armas debe callar, mientras que debe alzarse la voz de la fraternidad y la justicia”.