El Papa León XIV expresó que la falta de sacerdotes es “una gran desgracia” para la Iglesia Católica, durante una audiencia concedida este 25 de agosto a monaguillos franceses llegados a Roma a quienes animó a “perseverar fielmente” en el servicio del altar.
“Deseo que prestéis atención a la llamada que Jesús podría haceros para seguirle más de cerca en el sacerdocio. Me dirijo a vuestra conciencia de jóvenes entusiastas y generosos, y os voy a decir algo que debéis escuchar, aunque os preocupe un poco: ¡la falta de sacerdotes en Francia es una gran desgracia! ¡Una desgracia para la Iglesia, una desgracia para vuestro país!”, dijo el Pontífice.
León XIV comenzó su alocución recordando a los jóvenes que el Jubileo que celebra la Iglesia cada 25 años es “una ocasión excepcional” y que, al atravesar la Puerta Santa, “Él nos ayuda a ‘convertirnos’, es decir, a volvernos hacia él, a crecer en la fe y en su amor para ser mejores discípulos y que nuestra vida se abella y buena bajo su mirada, con vistas a la vida eterna”.
Por eso, invitó a los monaguillos a aprovechar la ocasión de acudir a Roma, sobre todo “dedicando tiempo a hablar con Jesús en los más profundo de vuestro corazón y a amarlo cada vez más”, porque sólo desea “convertirse en vuestro mejor amigo, el más fiel”.
“Sólo Jesús viene a salvarnos y nadie más”
Ante los desafíos del mundo, el Pontífice se preguntó por “quién vendrá en nuestro auxilio”, para explicar que “la respuesta es perfectamente clara y resuena en la Historia desde hace 2000 años: sólo Jesús viene a salvarnos y nadie más: porque solo Él tiene el poder —Él es Dios todopoderoso en persona— y porque nos ama”.