El Obispo de Lincoln en Nebraska (Estados Unidos), Mons. James Conley, dijo esta semana que un centro de detención federal para inmigrantes propuesto en el estado debe permitir que los ministros católicos brinden atención sacramental y pastoral.
El obispo hizo el anuncio después de que el gobernador de Nebraska, Jim Pillen, anunciara la reutilización del Campamento de Ética Laboral estatal en McCook para albergar a inmigrantes indocumentados en el país.
El sitio web estatal indica que el campamento ofrece actualmente un programa integral que combina prácticas basadas en la evidencia con oportunidades de tratamiento y educación para los reclusos. Pillen declaró a los medios locales esta semana que las instalaciones se convertirían y tendrían capacidad para 300 migrantes, según el Nebraska Examiner.
En su propia declaración de esta semana, Mons. Conley afirmó que la Diócesis de Lincoln ha tenido permiso para administrar los sacramentos y la atención pastoral a los detenidos en el campamento "durante décadas". La diócesis ha podido celebrar Misa allí "semanalmente", añadió.
"Será de suma importancia que toda persona detenida en el centro federal de detención migratoria de McCook también pueda acceder a atención pastoral regular y continua", declaró el obispo. "Esto es fundamental para la dignidad de toda persona humana, ya que cada uno de nosotros está llamado a la unión con Dios".
El obispo instó además a que las instalaciones no deberían utilizarse para detener a inmigrantes que están en el país ilegalmente, sino a "aquellos que han cometido delitos que ponen en peligro la seguridad pública".