El Papa León XIV responde a una devota esposa y madre de familia que se cuestiona sobre su fe, las dificultades de la vida y la formación de los hijos, y que se pregunta además cómo hizo la Virgen María para no perder la paciencia ante “situaciones delicadas” como la de Jesús perdido en el templo.
Laura, una madre de familia italiana, escribió al Santo Padre en el último número de la revista mensual Plaza de San Pedro (en italiano), en la que comparte que tiene “un marido que me ama muchísimo, cuyo amor busco renovar cada día y soy madre de tres hijas maravillosas a las que intento alimentar con la oración y la palabra del Evangelio todos los días, palabra que, a veces, no logro traducir en hechos”.
“La vida caótica, los ritmos fatigosos no me ayudan a admirar la gracia que tengo a mi alrededor. Rezo todos los días para que el Señor me ilumine para que yo sea guía para mis hijas y me pregunto cómo la Virgen María educó al Señor”, prosigue.
En ese sentido, Laura abre su corazón al Papa León XIV y le pide que le sugiera “qué hacer en situaciones delicadas como cuando Jesús fue al templo y ella no lo encontraba, ¿en qué modo pudo no perder la paciencia? Estoy pasando por un momento en el que mi fe es más fuerte que nunca, nunca me ha abandonado, pero quizá, precisamente por eso, siento con fuerza que las tentaciones toman el control. ¿Significa eso que en verdad mi fe no es tan sólida? ¿Es incierta? ¿No tan sólida como para evitar intrusiones?”.
La respuesta del Papa León XIV: Con María “podrá afrontar cualquier incertidumbre”
“Querida Laura, su entusiasmo por la fe y la sinceridad de su corazón, que describe sin esconder las dificultades y los riegos, son una bendición para usted y su familia. Cuide este tesoro espiritual, que estará siempre custodiado por el amor de Dios”, escribe el Santo Padre al iniciar su respuesta.