Durante el Jubileo de la Juventud en Roma, jóvenes de todo el mundo se reunieron para celebrar un mosaico de fe universal. En medio de ese encuentro surgió una pregunta inevitable: ¿cómo viven los jóvenes cubanos su fe en un país lleno de retos?
ACI Prensa conversó con Fernando Mario Díaz Hernández y Cynthia Izaguirre Roldán, ambos de 19 años, estudiantes universitarios y testigos de una fe católica que se aferra a la vida cotidiana pese a la precariedad.
Viven en Camagüey, provincia ubicada en el corazón de Cuba, entre el Atlántico y el Caribe. Según Catholic Hierarchy, cuenta con 15 parroquias y 26 sacerdotes para unos 800 mil habitantes. A nivel nacional, Ayuda a la Iglesia Necesitada estima que hay sólo 370 presbíteros en las 11 diócesis, lo que, según la institución pontificia, convierte a Cuba en el país con la mayor proporción de fieles por sacerdote en el mundo: 20.872 por cada presbítero.
Retos espirituales
Fernando Mario destaca que en su ciudad “la gran cantidad de iglesias que posee es un factor que hace que la fe católica esté presente en la vida cotidiana de la sociedad”. Sin embargo, contrasta esta idea señalando que, a pesar de ello, “ser joven católico es difícil”.
Cynthia coincide y añade que “faltan sacerdotes” y “coherencia en la fe, que los jóvenes vivan la vida de acuerdo a sus convicciones, no ajenos a estas”.