Un instituto religioso en Nueva Zelanda perdió su apelación ante el Vaticano para continuar con su ministerio público en la Diócesis de Christchurch, luego de que el obispo local ordenara su prohibición por denuncias de exorcismos no autorizados y otros abusos.
En una carta fechada el 10 de agosto dirigida a su diócesis, el Obispo de Christchurch, Mons. Michael Gielen, informó que el Vaticano “rechazó en su totalidad” el recurso presentado por los Hijos del Santísimo Redentor, a quienes el prelado había prohibido ejercer el ministerio en Christchurch el año pasado.
El obispo indicó en julio de 2024 que la comunidad había sido objeto de una visita apostólica por parte del Obispo australiano Robert McGuckin. Tras la recomendación de la Santa Sede, Gielen retiró las facultades ministeriales de sus miembros y también pidió al grupo “abandonar la Diócesis de Christchurch”.
En ambas cartas, Mons. Gielen no precisó las razones de la investigación y sanciones, pero el diario Christchurch Press reportó que el proceso estaba relacionado con “supuestos abusos y exorcismos no autorizados”. El New Zealand Herald ya había informado sobre estas denuncias en 2023.
En su misiva del 10 de agosto, el obispo señaló que el instituto continuó su ministerio durante el tiempo que duró la apelación.
La negativa del Vaticano, indicó, implica que los Hijos del Santísimo Redentor siguen bajo la prohibición, que también se aplica a “sacerdotes que llegaron después de la publicación de los decretos”.