El frío cruel de agosto en Buenos Aires no fue obstáculo para miles de devotos de San Cayetano, que desde hace días aguardan en cercanías del santuario ubicado en el barrio de Liniers para llevar sus oraciones y agradecimiento al patrono del pan y del trabajo.
Como cada año, los festejos comenzaron a las 00:00 horas con la apertura de las puertas del templo, y un espectáculo de fuegos artificiales para dar la bienvenida a los primeros peregrinos en ingresar al templo, donde fueron recibidos por sacerdotes y por el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Iván Dornelles, que dieron su bendición.
Las celebraciones comenzaron en la madrugada, con misas a cada hora desde las 04:00 (hora local), bendiciones y confesiones dentro y fuera del templo, y una larga fila de fieles que fueron ingresando constantemente al santuario.
Ante el dolor y la necesidad: unidad, respeto y fe
Es el caso de una peregrina que llegó desde Remedios de Escalada, en el partido bonaerense de Lanús, sólo para decir “gracias” al santo, y pedirle “por los más necesitados”, manifestó en diálogo con Canal Orbe 21.
Teresita, de Villa Fiorito, llegó hasta Liniers para pedir “por nuestra Argentina que está muy sufrida, devastada, hay mucho dolor y mucha necesidad, más por los discapacitados que están pasando un muy mal momento, y los maestros”, expresó.