Cuando este cura sale al escenario, se cuelga al hombro la guitarra eléctrica y empieza a hacer retumbar a golpe de riff el mensaje de Cristo: “Mucha gente parece que asocia el rock a algo malo, pero nosotros lo que hacemos es, a través de la música, llevar el amor de Dios”, asegura el P. Curry de la diócesis de Alcalá de Henares (España) que junto a Alberto y Julio - también sacerdotes- forman el grupo de música católica La Voz del Desierto.
Su música —que suena también a rebeldía y a protesta— no está hecha para la liturgia, sino para ser escuchada en conciertos. “Los jóvenes están siempre con un casco (auricular) en la oreja puesto. Por lo que aprovechamos esta vía para proclamar la gloria de Dios“, explica a ACI Prensa.
Fascinado por el magnetismo que genera entre muchos jóvenes este tipo de música que corean a todo pulmón, quiere usarlo para transmitir a Jesucristo.
Por ello, deja de lado el tradicional órgano de la Misa para interpretar “ritmos con fuerza” a través de los que “meter contenido religioso en las letras y llegar directos al corazón”.