La Iglesia Católica crece en todo el mundo y goza de especial buena salud en América y África, pero ve cómo en Europa está sumida en una espiral decreciente desde hace años, según detalla un estudio del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social de la Fundación San Pablo CEU (CEU-CEFAS).
El informe Demografía de la Iglesia Católica a las puertas de su tercer milenio describe una institución formada por casi 1.400 millones de católicos, más de la mitad de los 2.600 millones de cristianos que hay en el mundo.
El mayor número de católicos está en América con 666 millones de fieles, que representan el 48% del total. Le sigue Europa con 285 millones (21%), y muy de cerca África, donde habitan 272 millones de católicos, una quinta parte del total.
En los últimos años, mientras el incremento es notable en América y, sobre todo, en África, en Europa el descenso es notable, hasta el punto de que “los católicos disminuyeron en términos relativos, aún más que el conjunto de la población”.
El caso europeo es paradójico en algunas de sus manifestaciones debido a que, si bien tiene muchos más sacerdotes diocesanos y religiosos que en cualquier otro continente, su número tiende a menguar mientras su edad media se eleva cada año.
En el caso de quienes acceden a la dignidad episcopal, América es el continente donde son más numerosos, con 1.008 diocesanos y 992 religiosos. Europa aún tiene 664 obispos diocesanos y 1.002 religiosos. Ambas regiones, que siguen por delante de las otras, están a la baja.