En una noche cargada de emociones, la primera edición de los Catholic Music Awards —los “Grammys” de la música católica— hizo historia en el Vaticano. La gala se celebró este domingo 27 de julio en el Auditorio de Vía de la Conciliación, a pocos pasos de la Plaza de San Pedro, reuniendo a artistas de distintos países y lenguas con un mensaje común: “El que canta bien, ora dos veces”, tal y como decía San Agustín de Hipona.
El evento incluyó 19 categorías en cuatro idiomas —español, inglés, italiano y portugués— y fue evaluado por un jurado internacional compuesto por más de 60 expertos en música, comunicación y teología. El criterio: equilibrio entre contenido evangélico, valor artístico y profesionalismo técnico.
“Nunca lo imaginé”: emoción en el escenario
Uno de los momentos más conmovedores de la noche lo protagonizó Francesco Lorenzi, líder de la banda italiana The Sun, que fue galardonada como Mejor Banda Católica Italiana. “Nunca hubiera imaginado hace 21 años que hoy estaríamos aquí, cerca de San Pedro, premiados como mejor banda católica italiana, y esto es algo extraordinario, ya que el Señor guía humildemente nuestra vida, la sana y nos lleva adonde estamos llamados a estar”, señaló Lorenzi entre aplausos.
“Cada uno de nosotros tiene una misión y, por lo tanto, el premio de hoy es importante porque subraya el hecho de que hay una misión escrita en nuestro corazón y que el Señor hace todo lo posible para ayudarnos a realizarla”, remarcó.