El secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin expresó su preocupación por el reciente ataque perpetrado contra una iglesia católica en la República Democrática del Congo en el que murieron al menos 31 miembros de la Cruzada Eucarística, un movimiento de oración y apostolado para niños y jóvenes, enfocado en la devoción a la Eucaristía y la santificación personal.
“Es una señal peligrosa”, declaró el Cardenal Parolin que subrayó la creciente amenaza de las fuerzas identificadas como Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés).
Para el prelado italiano este grupo es una fuerza “que representa prácticamente a la yihad islámica y que se impone mediante la fuerza y la violencia”.
El atentado ha vuelto a encender las alarmas sobre la situación de inseguridad de los cristianos en esta región: “Esto representa un problema adicional en una región que ya sufre muchos conflictos de naturaleza étnica, cultural y sociopolítica. Que ahora se sume también el aspecto religioso agrava aún más la situación”, aseguró el Cardenal Parolin a los medios en un receso durante un evento con influencers católicos en el auditorio de Vía de la Conciliación, a pocos pasos del Vaticano.
Según las primeras informaciones, los terroristas irrumpieron en una iglesia católica en el noroeste de la República Democrática del Congo, cuando participaban de una vigilia de oración.
Según informa la BBC, miembros de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) irrumpieron en una iglesia en la ciudad de Komanda, donde mataron a los fieles católicos a tiros, para luego saquear e incendiar negocios cercanos.