La imponente villa pontificia de Castel Gandolfo, un palacio fortificado del siglo XVII a orillas del lago Albano, alojará desde esta tarde, tras doce años vacío, a un huésped de honor.
El Papa León XIV llegará en torno a las 17:00 (hora local) a este complejo estival pontificio —situado a unos 40 km del centro de la capital italiana— donde permanecerá hasta el próximo 20 de julio. Después regresará del 15 al 17 de agosto.
Se convertirá así en el decimosexto Papa que resida en Castel Gandolfo. Aunque a diferencia de sus predecesores, el Pontífice no se alojará en el Palacio Apostólico, sino en Villa Barberini: una de las tres villas que conforman el complejo (el palacio papal, la villa Barberini y otra destinada a administración) en las que, en total, trabajan unas 50 personas, muchas de las cuales viven en el recinto con sus familias.
El Santo Padre ya ha visitado este lugar - que ha sido tradicionalmente elegido como residencia de verano por los pontífices desde mediados del siglo XVII- en dos ocasiones: el 29 de mayo, cuando visitó Borgo Laudato Si’ y el Palacio Apostólico, y el 3 de julio, cuando regresó para examinar el estado de las obras de Villa Barberini, que, con sus dependencias y jardines, estará reservada para su estancia.
Por lo tanto, tal y como ha informado Vatican News, el Antiquarium, ubicado en la planta baja del edificio, permanecerá cerrado al público. Este espacio, que conserva valiosos hallazgos arqueológicos descubiertos en esta zona entre 1841 y 1931, estaba incluido hasta ahora en los espacios del museo que decidió abrir en 2016 el Papa Francisco tras su decisión de permanecer en verano en el Vaticano. El Papa argentino visitó Castel Gandolfo en tres ocasiones, pero nunca se alojó allí.