Lo que comenzó como una excursión en comunidad terminó en tragedia cuando tres miembros del Opus Dei murieron ahogados en las cataratas Rattlesnake, en Soda Springs, California.
Dos de ellos perdieron la vida al lanzarse al agua en un intento desesperado por salvar a su amigo Valentino “Val” Creus, en un acto de heroísmo que, según quienes los conocían, reflejaba la generosidad y entrega que vivían cada día.
Momentos antes, el hombre de 59 años se había lanzado desde un saliente junto a la pintoresca cascada, en plena naturaleza del norte de California, para darse un chapuzón. Ahora, sumergido en las aguas heladas a unos seis metros bajo ellos, luchaba por su vida.
Matt Schoenecker no lo dudó. Aficionado al ciclismo y la escalada, y además experto en clavados desde plataformas altas, este hombre de 50 años y líder de la excursión al aire libre corrió hacia el mismo saliente y se lanzó al agua tras Creus. Poco después, otro miembro del grupo, Matt Anthony, de 44 años, hizo lo mismo.
Trágicamente, los tres hombres —quienes eran conocidos miembros del Opus Dei— perdieron la vida esa tarde.
El trágico triple ahogamiento del 18 de junio fue noticia nacional. Pero los amigos de estos hombres tan queridos ven algo más que una tragedia terrenal. Algunos consideran que sus muertes representan un acontecimiento que les cambió la vida, con una profunda dimensión religiosa.