El Arzobispo de Valladolid, Mons. Luis Argüello instó a los católicos a manifestar que son parte del Cuerpo de Cristo en medio de la sociedad alquilando sus viviendas por debajo del precio del mercado, para avanzar en la “unidad de vida”.
En una reciente carta pastoral, correspondiente a la primera quincena de julio, Mons. Argüello propone trasladar a otros ámbitos de la vida diaria lo experimentado durante la fiesta del Corpus Christi y su procesión, “que expresa cómo la Eucaristía que celebramos ha de salir a la calle, no de manera extraordinaria en una custodia bellísima, sino a través de ese Cuerpo de Cristo que somos nosotros, los católicos y especialmente quienes viven la vocación laical, Iglesia en el mundo”.
En concreto, el prelado se refirió al problema del acceso a la vivienda en España que, según Cáritas Española, afecta a un gran número de hogares. El 20% dedica el 70% de sus ingresos a pagar el alquiler, cuando en 2007 ese esfuerzo representaba menos del 50%, entre otros problemas.
Para el también presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), “el vivir en medio del mundo esta condición de Cuerpo entregado que se configura para nosotros en la Eucaristía” ha de plantear, “sobre todo aquellos que tengan más de una vivienda” y se plantean sacarla al mercado para obtener una rentabilidad legítima.
Así, cabrían dos posturas: seguir las reglas del mercado o “situarnos con un criterio que brote del corazón mismo de la Eucaristía que nos invita a la comunión de vida y a la comunión de bienes y también a una comunión de acción en medio del mundo”.
En el primero de los casos, Mons. Argüello advierte que “ese criterio responden a una especie de doble vida aceptada” en la que “una cosa son los asuntos de la Iglesia” como las celebraciones litúrgicas o nuestra vida interior y otra “los asuntos de la calle, la vida económica, las relaciones entre vecinos,las decisiones en la vida social y política”.