El P. Fadi Azar, sacerdote franciscano en Siria, expresó el profundo dolor y sentimiento de abandono que vive la comunidad cristiana tras el atentado que el pasado domingo dejó cerca de 30 muertos y unos 60 heridos durante la celebración de una misa.
Ese día trágico, un terrorista del Estado Islámico (ISIS) irrumpió en la iglesia ortodoxa de San Elías, ubicada en Dweil’a, a las afueras de Damasco, y abrió fuego contra los fieles que participaban en la celebración de la Solemnidad del Corpus Christi.
“Sentimos que estamos solos… Los cristianos de Siria están sintiendo un dolor muy grande. La comunidad cristiana en toda Siria está viviendo un momento de mucha tristeza”, dijo el sacerdote a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
El atentado no fue un hecho aislado. “Había amenazas, muchas amenazas. Se esperaba, pero no se sabía cuándo (...). La semana pasada ya atacaron una iglesia en Homs, la iglesia sirio-ortodoxa, donde un muchacho disparó a la puerta de la iglesia”, explicó el P. Fadi.
También denunció disparos frente a iglesias en Homs y Hama, secuestros y pérdida de empleos entre los cristianos.