El Papa León XIV celebró una Misa este viernes en la Basílica de San Pedro con motivo de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, enmarcada en el Jubileo de los Sacerdotes. El Pontífice ordenó durante la celebración 32 nuevos presbíteros.
Lea aquí el texto completo de la homilía del Santo Padre.
Hoy, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Jornada para la santificación sacerdotal, celebramos con alegría esta Eucaristía en el Jubileo de los Sacerdotes. Me dirijo, por tanto, en primer lugar, a ustedes, queridos hermanos presbíteros, que han venido a la tumba del apóstol Pedro para entrar por la Puerta Santa, para volver a sumergir sus vestiduras bautismales y sacerdotales en el Corazón del Salvador.
Para algunos de los aquí presentes, este gesto se realiza en un día muy especial de su vida: el de la ordenación. Hablar del Corazón de Cristo en este contexto es hablar de todo el misterio de la encarnación, muerte y resurrección del Señor, confiado de manera especial a nosotros para que lo hagamos presente en el mundo. Por eso, a la luz de las lecturas que hemos escuchado, reflexionemos juntos sobre cómo podemos contribuir a esta obra de salvación.
En la primera, el profeta Ezequiel nos habla de Dios como un pastor que guarda su rebaño, contando sus ovejas una por una: va en busca de las perdidas, cura a las heridas, sostiene a las débiles y enfermas (cf. Ez 34,11-16).