Ofrecemos el texto completo de la catequesis que el Papa León XIV predicó en la Audiencia General de este miércoles 25 de junio de 2025 sobre el pasaje evangélico en el que se narra la curación de la hija de Jairo y la hemorroísa.
Queridos hermanos y hermanas,
hoy también meditamos sobre las curaciones de Jesús como señal de esperanza. En Él hay una fuerza que nosotros también podemos experimentar cuando entramos en relación con su Persona. Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir: la realidad nos parece demasiado compleja, pesada, difícil de afrontar. Y entonces nos apagamos, nos adormecemos, con la ilusión que al despertarnos las cosas serán diferentes. Pero la realidad tiene que ser afrontada, y junto con Jesús podemos hacerlo bien. A veces nos sentimos bloqueados por el juicio de aquellos que pretenden colocar etiquetas a los demás.
Me parece que estas situaciones puedan cotejarse con un pasaje del Evangelio de Marcos, donde se entrelazan dos historias: aquella de una niña de doce años, que yace en su lecho enferma a punto de morir; y aquella de una mujer, que, precisamente desde hace doce años, tiene perdidas de sangre y busca a Jesús para sanarse (cfr Mc 5,21-43).
Entre estas dos figuras femeninas, el Evangelista coloca al personaje del padre de la muchacha: él no se queda en casa lamentándose por la enfermedad de la hija, sino sale y pide ayuda. Si bien sea el jefe de la sinagoga, no pone pretensiones argumentando su posición social. Cuando hay que esperar no pierde la paciencia y espera. Y cuando le vienen a decir que su hija ha muerto y es inútil disturbar al Maestro, él sigue teniendo fe y continúa esperando.