Un ajuste en el plan pastoral de la Diócesis de Almería (España) para adaptar mejor la catequesis a la madurez y capacidad de los niños provoca que no se celebren primeras comuniones en el año 2027.
Las consecuencias económicas y sociales de esta decisión han llevado a los hosteleros locales a mantener una reunión con Mons. Gómez Cantero a principios de junio, ya que estas celebraciones constituyen una parte muy importante de los ingresos de algunos negocios como restaurantes, tiendas de ropa o estudios de fotografía.
El delegado episcopal para la Catequesis, P. Samuel Olvera, explica a ACI Prensa que, pese a comprender el perjuicio que esto puede suponer en el plano económico, “tenemos que ser conscientes de que nosotros, como Iglesia, como diócesis, como parroquia, lo que ofrecemos es un sacramento, un encuentro personal con Cristo, no actos sociales”.
“Es verdad que es una discusión socialmente muy delicada, pero nuestra obligación es preparar bien a los niños para el sacramento de la Primera Comunión”, añade.
Una decisión, meditada, conocida y bien recibida dentro de la iglesia
En las últimas semanas, esta cuestión ha generado un poco más de vuelo mediático, debido a una cierta movilización de los empresarios. Sin embargo, la decisión pastoral que retrasa el calendario de inicio de la catequesis para recibir el sacramento de la Eucaristía no ha sido ni reciente ni improvisada.