Los obispos españoles crean una oficina de recepción de denuncias de delitos de odio y ofensas por motivos religiosos, en defensa de la libertad religiosa, tras la decisión del Gobierno de sacar del Código Penal estas situaciones.
Así lo ha decidido la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), tal y como ha informado su portavoz y secretario general, Mons. Francisco César Gárcía Magán este viernes.
Este nuevo organismo estará coordinado por la Vicesecretaría para Asuntos Generales y la Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso.
“Los objetivos son la promoción de la defensa de la libertad religiosa”, ha explicado el prelado, quien ha subrayado que este es, “dentro de los derechos humanos, uno de los derechos fundamentales”.
La Oficina elaborará “un informe anual de delitos y ofensas contra los fieles católicos, por motivos religiosos, mediante la recopilación y registro de datos”, y buscará “sensibilizar y ofrecer orientaciones a las diócesis ante posibles vulneraciones”. Además, mantendrá contacto con otras confesiones religiosas y organizaciones nacionales e internacionales que también trabajan en este ámbito.