Ofrecemos el texto completo de la catequesis que el Papa León XIV predicó en la Audiencia General de este miércoles 11 de junio de 2025 sobre el pasaje evangélico en el que se narra la curación de Bartimeo.
Queridos hermanos y hermanas: con esta catequesis quisiera poner nuestra mirada en otro aspecto esencial de la vida de Jesús, es decir, en sus curaciones. Por eso los invito a presentar ante el Corazón de Cristo las partes más doloridas o frágiles de ustedes, aquellos lugares de su vida en los que se sienten paralizados y bloqueados. ¡Pidamos al Señor con confianza que escuche nuestro grito y nos cure!
El personaje que nos acompaña en esta reflexión nos ayuda a comprender que nunca hay que abandonar la esperanza, incluso cuando nos sentimos perdidos. Se trata de Bartimeo, un hombre ciego y mendigo, que Jesús encontró en Jericó (cf. Mc 10,40-52). El lugar es significativo: Jesús se dirige a Jerusalén, pero comienza su viaje, por así decirlo, desde los «infiernos» de Jericó, ciudad que se encuentra por debajo del nivel del mar. Jesús, de hecho, con su muerte, fue a recuperar a ese Adán que cayó y que representa a cada uno de nosotros.
Bartimeo significa «hijo de Timeo»: describe a ese hombre a través de una relación, y sin embargo él está dramáticamente solo. Pero este nombre también podría significar «hijo del honora» o «de la admiración», exactamente lo contrario de la situación en la que se encuentra.[1] Y dado que el nombre es tan importante en la cultura judía, significa que Bartimeo no consigue vivir lo que está llamado a ser.
Además, a diferencia del gran movimiento de personas que camina detrás de Jesús, Bartimeo permanece inmóvil. El evangelista dice que está sentado al borde del camino, por lo que necesita que alguien lo levante y lo ayude a seguir caminando.
¿Qué podemos hacer cuando nos encontramos en una situación que parece sin salida? Bartimeo nos enseña a apelar a los recursos que llevamos dentro y que forman parte de nosotros. Él es un mendigo, sabe pedir, ¡es más, puede gritar! Si realmente deseas algo, haz todo lo posible por conseguirlo, incluso cuando los demás te reprenden, te humillan y te dicen que lo dejes. Si realmente lo deseas, ¡sigue gritando!