El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro, destacó las virtudes del P. Luis María Mendizábal, en una Misa celebrada con motivo del centenario del nacimiento del jesuita fundador de la Fraternidad Reparadora en el Corazón de Cristo Sacerdote.
Mons. Cerro enunció tres características del P. Mendizábal, quien impartió ejercicios espirituales en numerosas ocasiones a varias generaciones de seminaristas de Toledo, entre ellos a varios que luego fueron ordenados obispos.
En primer lugar, recordó que este presbítero lucía de forma habitual “una profunda sonrisa” que brotaba “de su unión con un Cristo de corazón abierto”, lo que se traducía en una espiritualidad cristocéntrica que complementaba con una visión profunda del Espíritu Santo: “Él hablaba mucho de que el Espíritu Santo tiene como misión formar en nosotros el mismo Corazón de Cristo”, incidió el Primado de España.
El prelado subrayó en segundo término el amor y pasión del sacerdote jesuita por la Iglesia: “Nunca lo oí hablar mal de la Iglesia ni del Papa ni de los obispos”. En este ámbito, destacó que el P. Mendizábal “era un hombre enamorado del sacerdocio”.