El Arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, hizo un llamado urgente a la oración tras el atentado perpetrado el 1 de junio en Boulder, Colorado, que dejó a ocho miembros de la comunidad judía heridos, luego de que un atacante lanzara un artefacto incendiario.
En un comunicado difundido esa misma noche, el prelado expresó su pesar y denunció el odio que lo motivó: “Me entristece profundamente esta noche enterarme del ataque en Boulder, especialmente porque parece que nuestros hermanos y hermanas judíos fueron los objetivos. Este tipo de violencia debe terminar, ya que sólo alimenta el odio”.
Además, Mons. Aquila exhortó a la comunidad a rezar por las víctimas: “Por favor, únanse a mí para orar por todos los afectados por este horrible ataque. Pedimos al Señor que traiga consuelo, sanación y paz ante tal odio”. “¡Que escuchemos la voz de Dios, que nos llama a amarnos los unos a los otros!”, acotó.
Por su parte, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Kash Patel, calificó lo ocurrido como un “ataque terrorista selectivo”, y aseguró que la agencia federal lo “viene investigando a fondo”.