El presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), el dominico Jesús Díaz Sariego, ha señalado al término de su Asamblea General anual los dos principales desafíos que han de afrontar: cada vez son menos y más mayores.
“Nos preocupa, como no puede ser menos, el presente y el futuro de nuestras congregaciones. Son muchos los desafíos que tenemos al interior de nuestros carismas”, ha señalado en su discurso de clausura Díaz Sariego, subrayando como especialmente inquietante “no poder responder como quisiéramos a la misión que nos espera”.
“Queremos seguir siendo fieles al mandato de Jesús en el Evangelio, pero al mismo tiempo, somos conscientes de nuestra debilidad personal e institucional”, ha incidido al inicio de su alocución final al término de los tres días de trabajos bajo el lema ESPERANZA ¿por dónde andas? “¿Y levantándose, volvieron a Jerusalén”.
Quien ha sido reelegido como presidente de CONFER, expuso tres fronteras existenciales ante las que la realidad religiosa ha de responder.
Sobre la primera, referida al espacio entre la Iglesia y el mundo secularizado, el dominico considera que la vida religiosa ha de proponerse “para ser puente, para ofrecer espacios de reencuentro y reconciliación allá donde sea necesario” y ser “un lugar de acogida y encuentro para todos, especialmente para quien lo necesite”.
Ante la “frontera de la cultura”, Díaz Sariego propone “retomar el encuentro con los anhelos humanos de nuestros contemporáneos, expresados en espacios y movimientos culturalmente secularizados”, sobre la base de que “los principales valores de la vida religiosa también lo son de la sociedad secular y de muchas personas y grupos que, aunque alejados de la Iglesia, también desde su valía personal y grupal aportan mucho a la sociedad”.