Este viernes el hospital Násser, uno de los pocos que aún siguen operativos en el sur de Gaza, fue escenario de uno de los episodios más desgarradores de la guerra: la pediatra Alaa al Najjar vio llegar los cuerpos sin vida de 9 de sus 10 hijos fallecidos por un bombardeo israelí. Su esposo y también médico, Hamdi Al Najjar, quedó herido.
“Ambos cuidaban a los niños de Gaza enfermos y heridos con gran competencia y dedicación. Pero continuarán haciéndolo ahora con aún más amor, en recuerdo de sus nueve ángeles. A pesar de todo, no caerán en la espiral de venganza que desde hace veinte meses envuelve la Tierra Santa”, asegura a ACI Prensa el padre Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa.
El sacerdote franciscano, que ha podido conocer personalmente a la madre, expresó que “la muerte de 9 hermanitos en Gaza es desconcertante, no sólo por la simultaneidad, sino por la intensidad de la violencia que la ha causado”.
Los niños fallecidos son Yahya (12 años), Rakan (10), Eve (9), Jibran (8), Raslan (7), Rival (5), Sadin (3), Luqman (2) y Sidar, un bebé de seis meses. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, siete de los cuerpos fueron recuperados y trasladados al hospital; los cadáveres de los otros dos niños siguen bajo los escombros de la casa, que tras el bombardeo se incendió.
Su madre Alaa estaba de turno en el hospital cuando llegaron las ambulancias. En su interior yacían los cuerpos de sus hijos. También trasladaban a su esposo herido y al pequeño Adam, único superviviente de los diez hermanos. El P. Faltas subraya que Alaa había dado a luz a su último hijo hace apenas seis meses. “El mayor de sus diez hijos tenía doce años”, añade.
El P. Faltas describe a la doctora como una “mujer buena, dulce y determinada”. “Poco tiempo después de dar a luz, volvió al trabajo para asegurar atención y cuidado a los niños de Gaza”, recuerda.