En presencia de los 173 cardenales que participaron este martes en la última congregación general, previa al cónclave que comenzará este miércoles, se procedió a romper el anillo del pescador del Papa Francisco y el sello de plomo que había utilizado para firmar los documentos pontificios.
Se trata de un gesto insólito, ya que normalmente esto debería haberse hecho justo después del fallecimiento del Pontífice junto con el sigilo de los apartamentos papales usados por el Papa como medida para preservar la confidencialidad de sus documentos.
Sin embargo, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, restó importancia al retraso y explicó que no había ninguna razón oficial por la que se había pospuesto esta medida.
“Quizá hayan tenido primero la necesidad de escucharse y, por eso, lo han hecho solo ahora”, añadió a preguntas de los periodistas.
La cuenta oficial de X de la Secretaría de Estado del Vaticano @TerzaLoggia ha publicado unas imágenes del momento en el que se ve a una mujer laica que empuña una suerte de cincel con el que el que ha incidido una talla, de tal modo que el anillo papal ha quedado inutilizable. Lo ha hecho en presencia de todos los cardenales, justo al lado del decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, y del camarlengo, el Cardenal Kevin Farrell.