Tras las masacres ocurridas durante la Semana Santa en los estados de Plateau y Benue, en Nigeria, que habrían dejado más de 170 muertos, un sacerdote católico compartió un testimonio de primera mano sobre los ataques mortales, que atribuye a pastores fulani.
Se informó que más de 170 cristianos fueron asesinados durante la Cuaresma y la Semana Santa en la región del Cinturón Medio de Nigeria, con al menos 72 muertos sólo en el estado de Benue durante el Triduo Pascual, entre el 18 y el 20 de abril.
Los ataques, presuntamente perpetrados por militantes fulani, se dirigieron contra comunidades cristianas agrícolas en los condados de Ukum y Logo, lo que ha generado preocupación por una posible persecución religiosa y por la inacción del gobierno en esta nación de África Occidental.
En una entrevista con ACI África —agencia en África del Grupo ACI— el 29 de abril, el P. Moses Aondoanenge Igba, párroco de San José Aboki, en la Diócesis de Katsina-Ala, compartió su testimonio sobre el horror vivido entre el Jueves Santo y el Viernes Santo.
“Fue una matanza masiva. Yo diría que mataron a más de 70 personas en ese momento. Tras el ataque, la gente seguía contando sus pérdidas. Al no encontrar a sus hermanos, hermanas o familiares desaparecidos, buscaron en el monte y, guiados por el olor, hallaron los cuerpos en descomposición”, relató Igba a ACI África.
El sacerdote describió los ataques como bien organizados y sistemáticos: “Lo que ocurrió ese Jueves Santo, que yo llamo Jueves Negro, y al día siguiente, Viernes Negro, fue un ataque masivo y una matanza masiva de personas inocentes en nuestras comunidades”, contó.