El Cardenal José Cobo, Arzobispo de Madrid (España), subraya que el legado del Papa Francisco fue “ayudarnos a despejar el Evangelio de inercias, hasta de ideologías, y a acogerlo en su sencillez y en su poder”.
Así lo dijo durante el funeral celebrado este 29 de abril en la Catedral de la Almudena en Madrid.
El Arzobispo de Madrid expuso durante su homilía que el Pontífice argentino será recordado por muchos “por su carácter pastoral, su cercanía a los pobres, sus gestos proféticos, su incansable defensa de la paz y su valentía para acometer reformas”. Sin embargo, consideró que un análisis social o histórico del pontificado es insuficiente.
Por ello, esbozó con mayor profundidad algunos rasgos pastorales y espirituales. Para el Cardenal Cobo, “Francisco como Papa fue más que un líder visible, fue un testigo en medio del mundo, un testigo de lo invisible” que no necesitaba de grandes discursos para hablar de aspectos esenciales como la misericordia, la alegría del Evangelio o la ternura de Dios.
El Papa Francisco, "un hombre nacido del Espíritu"
Así, destacó tres rasgos “que nos pueden ayudar a recoger la siembra de este papado”. El primero fue considerar que el Papa Francisco fue “un hombre nacido del Espíritu, atento al soplo de Dios, abierto al discernimiento, convencido de que el cristiano debe dejarse guiar por el espíritu como por un viento que no sabe a dónde lleva”.