Durante la Misa del Miércoles de Ceniza, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, recordó a los fieles el verdadero significado de este signo litúrgico, advirtiendo que “la ceniza no es un rito mágico”, ni un “rito de protección especial”.
Explicó que cubrirse de ceniza representa “un reconocimiento público por el cual nos declaramos frágiles, incapaces, pecadores en busca de la misericordia de Dios”.
“La imposición de la ceniza nos lleva entonces a recordar nuestra nada, a sabernos necesitados de la misericordia divina y de la salvación que nos trajo Jesucristo”, indicó el Arzobispo.
En este sentido, destacó que el único momento en que un cristiano debe inclinar la cabeza hacia el suelo es el Miércoles de Ceniza, ya que “los demás días un cristiano jamás mira al suelo porque descubre siempre su dignidad humana y su dignidad como hijo de Dios. Pero hoy sí, hoy al recibir la ceniza nos inclinamos porque reconocemos nuestra fragilidad”.