Aunque en el último año las cifras de la inflación se redujeron en Argentina, y el riesgo país esté rondando sus cifras mínimas, muchas familias siguen padeciendo la crisis económica, que se refleja en las dificultades para llevar el pan a la mesa.
La preocupación de estas familias se hace eco en la Iglesia Católica de Córdoba, cuyo Arzobispo, el Cardenal Ángel Rossi, anhela "que lo que va mejor en la macroeconomía baje al plato, que una familia pueda almorzar y cenar y que un abuelo no tenga que optar entre comer y medicarse".
Mientras tanto, desde la Pastoral Social y la Vicaría de los Pobres de la Arquidiócesis, pusieron manos a la obra, y convocaron a organizaciones sociales y políticas de la provincia para idear y llevar a cabo acciones concretas contra el hambre.
El primer encuentro del año, que se llevó a cabo el martes 4 de febrero en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, de la ciudad de Córdoba, reunió a referentes sociales, políticos y religiosos en búsqueda de respuestas concretas sobre la cuestión alimentaria en barrios populares, villas y asentamientos de la provincia.
El propósito de la reunión fue compartir una visión de la difícil situación que padecen las personas que no logran cubrir sus necesidades alimentarias, y entre los distintos espacios articular soluciones.
Además de la Iglesia Católica estuvo representada la Iglesia Evangélica Resplandece; y asistieron también referentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE); de la Corriente Clasista y Combativa (CCC); de la agrupación "La Poderosa"; del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL); el Polo Obrero; la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y el Movimiento Evita.